El voto de la rabia

Millones de españoles indignados, que buscan sufrir menos tras las elecciones. Peligroso: de una crisis no se sale sin sufrimiento. Casi idéntica situación que la que propició los resultados del 20-D, por lo que esta nueva convocatoria tiene ese ingrediente, al que se suma el espectáculo bochornoso de los intentos de algunos partidos para gobernar casi a cualquier precio.

Ahora, tanto Albert Rivera como Pedro Sánchez calman a los votantes afirmando que no habrá una tercera convocatoria, que habrá Gobierno tras los resultados del 26-J, a la vez que con ese mensaje pretenden captar más votos –o conservar los obtenidos – para su propia formación política, señalando como culpables el inmovilismo de Rajoy y la radicalidad de Pablo Iglesias.

Entre los cuatro partidos anda el juego, el resultado electoral y el posterior gobierno. Pero si las encuestas aciertan, el resultado va a ser muy similar en escaños al del 20-D, por lo que ha de cambiar la actitud de los líderes políticos más que el sentido del voto de los españoles, por lo que el terreno abonado a los “egos” sigue creciendo, pese a lo que digan unos y otros. Crece la percepción de que debe gobernar el partido más votado, que en número de votos y de escaños resulta tozudamente favorable al PP.

Unas nuevas elecciones generales, que nos van a costar 170 millones de euros, que se dice pronto, pero que en todos revolotea como un gasto que se debía haber evitado, y destinar ese dinero a multitud de necesidades sociales.

Aumentan lo que piensan que el tiempo ha dado la razón a Rajoy. En el extranjero perciben como insólita la situación, que debería haber llevado a una gran coalición entre PP, PSOE y Ciudadanos, pues tienen más elementos comunes que diferenciadores, sobre todo si se mira a Unidos Podemos, al que todos los demás temen.

El primer movimiento de Rivera tras el 26-J, de confirmarse los resultados, será intentar con el PP y PSOE esa gran coalición, coincidiendo con Rajoy, pero con la condición de que el propio Rajoy no presida el Gobierno. El segundo y tercer movimiento de Ciudadanos puede ser pactar con el PSOE, o que uno de los dos se abstenga y permita gobernar al PP.

Que prime el bien de España, no la rabia, lo que cada uno estimemos que es lo mejor en estos momentos. Al menos en el momento de las elecciones, podemos aspirar a tener los políticos que nos merecemos.

 
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato