Carme Chacón hizo bien plantándose en El Hierro

Comienzan a surgir críticas, aquí y allá, sobre una supuesta sobreactuación de la ministra de Defensa en la crisis volcánica de la Isla de El Hierro.

Me voy a mojar: pienso que ha hecho muy bien en viajar al archipiélago y apoyar –sobre el terreno- el despliegue allí de la Unidad Militar de Emergencias.

Por varios motivos.

Creo que un político está para tomarse las cosas en serio. Y eso supone arremangarse cuando toca. Delegamos en él la gestión de la cosa pública y en momentos como éste, uno descansa más tranquilo cuando ve mojarse a sus representantes, cuando los ve activos y diligentes.

Es muy difícil juzgar cuando un gesto de este tipo está movido únicamente por el deseo de figurar, de cumplir sólo de cara a la galería. Quizás por eso, lo más prudente sea evitar un juicio de intenciones. A uno tampoco le gusta que se los hagan.

Se ha comentado que la presencia de la UME en la isla ha generado ansiedad, angustia y hasta cierto pánico en la población. Flojo argumento. Por esa regla de tres, no habría que desplegar al Samur en caso de accidente, o a la Policía en actos multitudinarios, o a los guardias en los controles de los aeropuertos. Puede generar alarma.

Sin embargo, es mejor prevenir. Y eso es bajar a la arena.

Por eso hago constar mi apoyo a la ministra por esta decisión.