Javier Fumero

Deja de envejecer si quieres cobrar una pensión

La población española mayor de 65 años supone ya el 17% del total. Pero a mediados de este siglo llegará al 37% según las previsiones. En cifras absolutas, la Seguridad Social calcula que el número de pensiones pasará de los 9 millones actuales a 15 millones en 2052.

Son datos incluidos en un informe que Mariano Rajoy encargó hace tres años a un comité de expertos. Las estimaciones se basan en circunstancias positivas, pero que se convierten en preocupantes a largo plazo.

Por ejemplo, a principios del siglo XX solo un 35% de cada generación alcanzaba los 65 años; hoy lo hace un 90%. Ahora los que alcanzan esa edad esperan vivir 20 años más. Y en las próximas décadas llegarán a la edad de jubilación masas de población muy numerosas, nacidas en el baby boom de mediados del siglo XX.

El riesgo de desequilibrio por este cóctel de sabor agridulce (envejecimiento de la población y aumento de la esperanza de vida) va a hacer saltar por los aires la llamada tasa de dependencia: número de personas que cobran pensión por cada persona ocupada. El aumento de esta variable es implacable y terminará por asfixiar la hucha de las pensiones.

¿Soluciones?

Los países occidentales están recurriendo a dos remedios de urgencia: retrasar la edad de jubilación y retocar el cálculo de la paga.

En la mayoría de los países de la OCDE la edad de jubilación se está retrasando al menos hasta los 67 años. Respecto a la cuantía de las pensiones, unos estados han optado por ligar el incremento al IPC; otros han aumentado los años de trabajo que determinan la cuantía final y otros han incluido rebajas atendiendo a factores relacionados con la esperanza de vida o el dinero disponible.

Lo curioso del asunto es que en España todavía no se ha escuchado una voz clara a favor de premiar la natalidad como medio para disponer de más cotizantes en el futuro. Ni una palabra.

Los ingresos del sistema de pensiones deben crecer a una tasa superior al número de pensiones. Eso se logra con inmigración o con más hijos. ¿Por qué no abordamos con valentía esta cuestión?

 

Los políticos parecen reacios a admitir que la crisis del sistema de pensiones no deja de ser una consecuencia de la crisis del modelo actual de vida que se ha instalado en la sociedad.

Estamos recurriendo a parches. Es imprescindible reflexionar con detenimiento sobre cómo afrontar la crisis demográfica de nuestro país, una crisis común a muchas otras naciones, a Occidente en general e incluso a China..

¿Por qué hay menos niños? ¿Por qué se retrasa el momento de tenerlos? ¿Por qué la infecundidad es mayor? ¿Estamos haciendo todo lo posible para que la generación siguiente pueda nacer y trabajar?

Más en twitter: @javierfumero

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