Messi, como Lola Flores

Cristóbal Montoro lo tiene claro: aquí no se salva ni el tato. Fue a por los empresarios con cuentas secretas en Suiza, a por los presentadores de televisión, a por los locutores de radio, a por los tertulianos del corazón... Y hace un año, fijó su punto de mira en el mundo del fútbol.

Como ya se contó en estas páginas, el Gobierno lleva año y medio empeñado en poner orden en el caos económico del deporte nacional, al menos en lo que se refiere a sus obligaciones con Hacienda y la Seguridad Social.

Si se tienen también en cuenta los impagos a estas dos instancias, a proveedores, al personal y a las entidades financieras, la deuda de los clubes de fútbol es de unos 5.000 millones de euros de los equipos de futbol de la Liga BBVA (1ª División) y la Liga Adelante (2ª División).

No es razonable –explican en Moncloa- que se exija ahora un duro esfuerzo a las grandes empresas, las pymes y los autónomos -vía impuestos- y se deje a los clubes de fútbol campar a sus anchas.

La determinación es clara. Los equipos deben pasar todos por el aro y someterse a las mismas normas fiscales. Su intención no es darles ninguna facilidad por el incumplimiento de sus obligaciones. Y mucho menos financiar fichajes astronómicos utilizando ese dinero que debería emplearse en saldar la deuda. La cosa va en serio.

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Una de las amenazas que ha utilizado Cristóbal Montoro es ‘vetar’ los fichajes multimillonarios. No se van a permitir adquisiciones ‘galácticas’ por parte de los clubes que mantengan deudas pendientes.

Pero unos meses después, Hacienda dio un paso más.

La mayoría de los jugadores extranjeros del Real Madrid y del F.C. Barcelona, que tenían contratos con patrocinadores y facturaban a través de sociedades, casos como los ‘galácticos’ Cristiano Ronaldo, Kaká o Lionel Messi, entre otros, empezaron a ser seguidos de cerca por Hacienda.

Doce meses después, el resultado: la Fiscalía acusa a Messi y a su padre de defraudar cuatro millones de euros.

La Agencia Tributaria sigue los mismos pasos que empleó en su día con la cantante Lola Flores: una actuación con gran eco mediático para disuadir a los defraudadores e incrementar los ingresos.

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