Periodismo mudo

Hay algo que me cuesta entender. Tiene que ver con el periodismo y con la información deportiva. Y tiene como protagonista a Mesut Özil, el jugador del Real Madrid que acaba de abandonar el club para fichar por el Arsenal.

El pasado fin de semana, el diario El Mundo realizó un despliegue importante en su edición del sábado, para revelar el proceloso itinerario sentimental del futbolista alemán.

El chico parece que tiene un problema con las mujeres (así se presentó el reportaje). No logra encauzar relaciones estables y sensatas. Tiene tendencia a equivocarse y le mangonean, decía la información. Eso le provoca inestabilidad, bajones en el juego, faltas de concentración...

Hasta aquí, se podría decir que hasta cierto punto todo es normal. Sin embargo, hay una pregunta ineludible: cómo es posible que algo así (difícil de esconder, que salta a la vista) sólo ha salido a la luz una vez que el jugador ha abandonado España.

No voy buscando una mano negra. Únicamente me pregunto si no será que la prensa a veces queda prisionera de algunos ámbitos en los que se mueve. Me pregunto si corre el aire suficientemente en alguno sectores, si no convendría echar una pensada a los peajes que se están pagando en algunos terrenos.

No hay nada peor que el periodismo mudo.

Más en twitter: @javierfumero

 
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