Rubalcaba limpia, fija y da esplendor

Cuentan que la Real Academia Española de la Lengua se fundó en 1713, a propuesta de Juan Manuel Fernández Pacheco, marqués de Villena, con el propósito de velar por la pureza de la lengua castellana. Algo que quedó inmortalizado en su emblema oficial, que incluía esta leyenda: “Limpia, fija y da esplendor”.

Este cometido le toca ahora a Alfredo Pérez Rubalcaba, empeñado como está en taponar las últimas vías de agua que se han abierto en el PSOE y promover la integridad y pureza del partido.

Fácil no lo tiene. Y tampoco el líder parece estar para muchos trotes.

Rubalcaba está muy tocado, exhausto, sobrepasado por tantos frentes abiertos. Lo único que le anima, que le logra levantar la moral estos días, es posar su mirada sobre su alter ego: Mariano Rajoy.

El presidente del PP –se dice estos días Rubalcaba- lo pasó mucho peor que yo en la oposición. Estaba más solo que yo incluso (que ya es estar) y tuvo que lidiar peores toros que yo: Esperanza Aguirre, el caso Gürtel, Paco Camps y Ric Costa, el desaguisado de Navarra con la ruptura de UPN, el caso Palma Arena de Jaume Matas, la traición de Paco Álvarez Cascos en Asturias...

Y sin embargo, culmina el líder del PSOE, miren dónde está ahora Mariano: en La Moncloa, mi sueño dorado.

Así que su estrategia es la misma: aguantar, resistir, esperar que escampe. Frenar los intentos de golpe de estado que van surgiendo y cerrar filas. Ya llegará mi hora, repite; ya me podré desquitar. Porque será Ángela Merkel la que se cargue a Mariano.

Todo esto explica la bajada de pantalones que se ha escenificado en Galicia. El PSOE acepta ahora el voto de las bases para elegir al secretario regional, la misma opción que vetó indignado Rubalcaba hace sólo unas semanas.

Se trata (en este asunto y en todos) de contemporizar, de apagar los incendios declarados con cesiones y acuerdos que eviten el escándalo de una fractura realmente traumática. Si hay que traicionar algún principio, se hará.

 

Lo sucedido en Galicia es un claro ejemplo. El congreso federal de 2011 que ganó Rubalcaba a Carme Chacón rechazó expresamente, por amplia mayoría, la opción de Primarias para la elección de secretarios generales en el PSOE. Eso ha quedado ahora en papel mojado.

Pero no importa. Se trata de limpiar, volver a fijar y lograr –en un futuro que se espera no muy lejano- el esplendor final.

Más en twitter: @javierfumero

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