Lo que más cabrea a Rubalcaba: la traición de El País

Alfredo Pérez Rubalcaba está que fuma en pipa. Tal cual. Su monumental enfado no tiene nada que ver con la bajada del PSOE en el CIS anunciada el pasado viernes, ni con la rebelión de las Primarias en Galicia, ni con el escandalazo de Ponferrada. Tiene que ver con el diario El País.

El secretario general del PSOE considera que el periódico del Grupo Prisa lo ha traicionado. Lo ha dejado en la estacada cuando más lo necesita. Y eso no tiene perdón de Dios.

Hace una semana se consumó la felonía. Amplio reportaje sobre el auge de los jóvenes políticos en España, con subtítulo en la misma línea de flotación: “Eduardo Madina es la promesa con mejor aceptación ciudadana”.

El texto iba acompañado de un gráfico demoledor. Este:

Como se puede ver, Rubalcaba quedaba en la última posición (¡superado incluso por Rajoy!) a la pregunta de qué políticos españoles pueden contribuir a regenerar la vida política española. El primero de la lista, de nuevo, aparecía Eduardo Madina.

El político vasco, que amenaza más seriamente que nunca la hegemonía de Rubalcaba al frente del Partido Socialista, llevaba incluso un despiece en página aparte: un perfil laudatorio, sereno y tamizado.

El cabreo de Rubalcaba obedece a que El País desobedeció órdenes de equipo. Había sido tajante: es preciso ignorar la irrupción del novato. Al enemigo, ni agua. Y mucho menos por parte del medio con más prestigio entre la militancia socialista.

Rubalcaba lleva meses repitiendo lo mismo: mis rivales podrán tener el apoyo de alguna federación más que yo, pero el ‘cañón Berta’, el vocero principal de la izquierda política española, lo controlo yo.

 

Y así era… hasta el domingo 28 de abril. El periódico global en español obedeció, prietas las filas, durante toda una semana. Eduardo Madina era la salsa en todos los platos mediáticos nacionales salvo en el periódico que dirige Javier Moreno, que resistió mirando para otro lado… hasta que, finalmente, pum!

Desde el diario de Juan Luis Cebrián se ha hecho llegar a Ferraz el mensaje de que Metroscopia realiza encuestas. Y es imposible manipular sondeos que arrojan cifras tan contundentes. Los datos son los que son. No hay vuelta de hoja. No se pueden obviar.

Sin embargo, como digo, Rubalcaba no lo lleva nada bien. Ha claudicado uno de sus últimos bastiones. Es lo que le faltaba.

Más en twitter: @javierfumero

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