Javier Fumero

Cuatro jugadas de astucia, intriga y sagacidad cocinadas en La Moncloa

Palacio de la Moncloa.
Palacio de la Moncloa.

Me llama la atención la astucia, sagacidad e intriga que están demostrando los fontaneros de La Moncloa en la puesta en marcha y gestión de algunos movimientos políticos recientes. No les voy a hablar de conspiraciones históricas. No me remonto mucho en el tiempo. Les pongo cuatro ejemplos de esta semana que termina:

1. El lunes, el presidente del Gobierno en funciones sorprendió a Pablo Casado con una singular propuesta: voy a darte cancha en las próximas semanas –le vino a decir-, porque pretendo auparte como jefe de la oposición con mando en plaza; me interesa que no te hundas (para afrontar conjuntamente los grandes temas de país) y para hacer a un lado a Albert Rivera, el enemigo común, tuyo y mío.

Este oficioso ‘pacto de La Moncloa’, adelantado en exclusiva en estas páginas, tiene su trasfondo. Pedro Sánchez ha copiado, al pie de la letra, la estrategia que siguió con él mismo el propio Mariano Rajoy en 2015. Por aquellas fechas, tras meses de ninguneo y trato displicente, el líder del PP cambió de planes y comenzó a dar notoriedad a Sánchez que no salía de su asombro. En privado los ‘populares’ confesaron que se trataba –también en aquel caso- de un plan para ningunear a Ciudadanos.

2. El PSOE trabaja desde hace meses para liquidar políticamente a Puigdemont. La estrategia desplegada en este caso es la siguiente: los socialistas lograron convencer tiempo atrás al PNV para que no concurriera a las Europeas junto a JxCat. Se habían comprometido a ello pero debían romper el acuerdo. Ese fue el mensaje de Moncloa. Dicho y hecho.

Pues bien. Ahora, Puigdemont acudirá a las urnas en solitario. Y según explican a ECD fuentes del PSOE, es mejor que lo haga (no que el Constitucional tumbe su candidatura) porque si, como es previsible, sale derrotado, será su final político, la demostración pública (también internacional) de su fracaso.

3. El PSOE lleva días filtrando mensajes muy duros contra Ciudadanos para intentar provocar una rebelión interna contra Albert Rivera. Esta es la razón, por ejemplo, de que la prensa esté hablando estos días de un plan del PSOE para dejar al partido naranja fuera de la Mesa del Congreso. Sería un escándalo y no es previsible que esta afrenta se consume. Pero mientras tanto, los socialistas aumentan la presión sobre Inés Arrimada o Luis Garicano, favorables desde hace meses a una actitud más dialogante de C’s con el PSOE. ¿Y si logran dar un golpe de estado y cargarse a Rivera? Miel sobre hojuelas para los socialistas. En esas están.

4. La operación Iceta, que busca colocar al socialista catalán al frente del Senado, es un movimiento ‘win-win’ para los socialistas: el PSOE sale ganando en cualquier caso. Lo contamos hoy aquí. Si el candidato es admitido, habrá colocado a una pieza clave en un puesto muy relevante. Si hay una votación mayoritariamente en contra de esta propuesta, el PSOE va a vender de cara a las elecciones autonómicas y municipales el discurso victimista que utilizó con los presupuestos: hay una pinza de toda la derecha y de los independentistas contra las propuestas socialistas; id a las urnas a apoyar a la izquierda verdadera y fetén; haz que pase.

¿Ven lo que les digo? Hay mucho maquiavelo en La Moncloa haciendo su agosto. Y de momento, el plan les está saliendo de maravilla. Están consiguiendo todo lo que se proponen.

Más en twitter: @javierfumero

 
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