Javier Fumero

Transversalidad: atención a este concepto que gana adeptos

Carolina Bescansa e Íñigo Errejón.
Carolina Bescansa e Íñigo Errejón.

A los que les vaya la marcha, la sal y la sandunga, no se pueden quejar. La vida política española lleva una temporadita indescriptible, como de serie canalla tipo ‘Borgen’ o ‘House of Cards’: sangre, cuchilladas, golpes de efecto, conspiraciones, traición, giros inesperados... Y el que parpadea, se lo pierde. Todo se produce a una velocidad de vértigo.

El último movimiento sorpresa ha sido el anuncio de Iñigo Errejón. Se desmarca de Podemos y de su líder, Pablo Iglesias, y se presentará a las elecciones junto a Manuela Carmena. No ha sido un calentón o un berrinche de última hora. Si quiere conocer todos los detalles –el asunto viene de lejos- aquí los puede encontrar.

En cualquier caso, de ese análisis se desprende un dato importante. La decisión de Iñigo Errejón obedece a un convencimiento personal sobre algo que ha pasado en la política y en la sociedad española. Algo relacionado con una palabra importante: la transversalidad.

Errejón ha abandonado en la cuneta a Pablo Iglesias porque considera que Podemos se ha vuelto casta, se ha convertido en un partido viejo, limitado, nada moderno. Pero ¿qué significa para Errejón la modernidad política? La transversalidad. Es interesante el concepto.

A su juicio, la sociedad contemporánea ha evolucionado de tal modo que ahora las mayorías de gobierno pasan ineludiblemente por la búsqueda de consensos, por la capacidad de tender puentes con el diferente.

Se acabaron las mayorías absolutas. Se acabaron las trincheras. Salvo casos extraordinarios de convulsión nacional, de alarma extrema, no van a producirse más votos mayoritarios a determinadas posiciones. Es propio de una sociedad desarrollada la reivindicación, la búsqueda de la excelencia. Por otro lado, se acabó el seguidismo ciego a un líder superior: el que quiera mi voto, que se lo gane. Habrá trasvase de apoyos entre partidos similares.

Quien se vuelva extremista va a tener muy difícil gobernar. Si llega a pisar moqueta, la gloria le durará muy poco. Esto va a ahora de unir a movimientos similares y sellar acuerdos. Sin dogmatismos. Generando adhesiones.

Por eso, a Iñigo Errejón le gustó tanto lo que vio en Barcelona, en Valencia y en Madrid. Para él, Ada Colau, Mónica Oltra y Manuela Carmena representan la nueva vía de la izquierda, capaz de llegar a acuerdos con el PSOE sin echarse al monte. Capaz de mostrar ante la opinión pública un rostro amable, sin estridencias y de servicio público.

Más en twitter: @javierfumero

 
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