Previsiones económicas para España en el corto y medio plazo

Este crecimiento es inferior al de 2015 y 2016. De hecho, la proyección que el Fondo hace de nuestra economía hasta 2021 es la de un continuo decrecimiento, aunque matice que nuestro crecimiento será superior al de la Unión Europea.

Lo que no dice el FMI es que, comparando peras con peras, España versus países desarrollados de nuestro entorno, nuestra tasa de paro, hoy, es del 18,91% de la población activa y la media de la Unión Europea es del 10,4%. Alemania disfruta de pleno empleo. Reino Unido abandona la Unión con 5,5% de desempleo. Estados Unidos hace su traspaso de poder de Obama a Trump tras siete años de crecimiento económico y tasa de paro del 4,7%, es decir, pleno empleo. El optimismo del FMI sobre nuestra economía se basa en el hecho de que hemos pasado del infierno al purgatorio, pero todavía seguimos sufriendo las consecuencias de la crisis. Si, como dice el FMI, España crece una media del 1,5% a partir del 2019, será difícil reducir la tasa de paro a los niveles previos a los de la crisis. En cualquier caso, en el corto plazo, las perspectivas son las siguientes:

Previsión PIB España 2017

En 2017 estimamos -desde el Estudio Advice de éxito empresarial, que toma el pulso a la economía mensualmente- una expansión dentro de un intervalo de +2,4%/+2,8%, versus las estimaciones del consenso del mercado, que se mueve en la parte baja del intervalo (+2,4% en Bloomberg, Reuters, Funcas) ya que esperamos -deseamos- que la economía será capaz de volver a sorprender al alza como ha ocurrido en el pasado.

Previsión PIB España 2018

Para 2018, la previsión de PIB para España se modera en dos décimas hasta el 2,3%-2,6%, en un escenario central, frente a 1,8% en un escenario pesimista y 3,3% en un escenario optimista, difícilmente conseguible.

Estimaciones PIB España

Podemos decir que la economía comienza ahora a expandirse ya que, hasta la fecha, sólo había estado recuperando lo perdido durante la crisis. Aun así, merece la pena volver a recalcar que la recuperación ha sido más rápida de lo esperado. La actividad se estuvo contrayendo durante cinco ejercicios (2008-2013) y en sólo tres años ha conseguido remontar y volver al nivel de 2008, recuperando el 80% del PIB perdido durante la crisis.

Eso sí, durante estos años ha cambiado radicalmente la composición del PIB. El peso de la Construcción se ha reducido en favor de las Exportaciones. Además, podemos apreciar también que el grueso del repunte de las Exportaciones se explica por las ventas de bienes y no tanto por los servicios. Por tanto, parece que “hay vida” más allá del turismo (el turismo se incluye en la partida de servicios).

 

Analizando el PIB por el lado de la oferta, también se aprecia la corrección en la Construcción y, desafortunadamente, también en la Industria. Por su parte, el Sector Primario se ha mantenido estable y el de Servicios ha mejorado. En este punto, ha sido notable la contracción en la Actividad Financiera mientras que el sector de Información y Comunicación ha mejorado, y recientemente, también el de Actividades Profesionales.

De cara al futuro pensamos que el buen tono de la actividad continuará. En el tercer trimestre el PIB avanzó +0,7% intertrimestral y +3,2% interanual. En el cuarto trimestre hemos visto un incremento similar dejando la tasa interanual en +3,2% de forma que la media del año quedaría en +3,2%.

Otro ámbito donde se pone de relieve el crecimiento es en el inmobiliario, que sigue acelerando su ritmo antes que ralentizándolo. Los precios están marcando nuevos máximos post-crisis en las zonas prime del segmento residencial y oficinas. En nuestra opinión, los precios inmobiliarios en España han completado ya buena parte de su fase alcista (3/4 del recorrido), por lo que quedaría aproximadamente 1/4 adicional que estimamos se materializará en 2017, alimentado por un flujo inversor hacia activos tanto residenciales como comerciales.

Se acabó la recuperación, pero esto es sólo en términos de PIB porque en cuanto al empleo, todavía queda mucho camino por recorrer, y es que la recuperación se ha apoyado en ganancias de productividad que, en gran medida, se han basado en la reducción de los costes laborales (destrucción de empleo y caída de los salarios).

En conclusión, la economía atraviesa un momento relativamente dulce. Tras un 2016 de marcado carácter político, plagado de incertidumbre, la economía afronta un escenario algo más estable. España, foco de tensión en el pasado, ha “esquivado” el riesgo de los populismos, riesgo que sí se ha materializado en otros países. Por tanto, la actividad encara 2017 con inercia positiva y, de nuevo, con cierta presión por parte de Bruselas para continuar con la consolidación fiscal y las reformas.

Jorge Díaz-Cardiel. Socio Director General de Advice Strategic Consultants.

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