Depresión económica fruto de coronavirus y búsqueda de la esperanza

¿Habrá crisis en el 2020?
¿Habrá crisis en el 2020?

Viene una crisis económica sin precedentes, desde la Segunda Guerra Mundial o, en España, la Guerra Civil Española. Así lo apuntan desde el Fondo Monetario Internacional. Al mismo tiempo, como animaba en Semana Santa el Papa Francisco, hemos de buscar la esperanza que trasciende lo meramente humano, pero mantiene a los humanos y, en lo económico, estimular la responsabilidad social empresarial.

Cuatro días después de que Ray Dalio, co-fundador de Bridgewater, uno de los principales inversores institucionales del mundo, anticipara que la consecuencia económica de la pandemia-coronavirus sería una “Depresión mucho peor que la de 1929”, el Fondo Monetario Internacional (FMI) viene a echar sal sobre la herida. En sus previsiones de primavera (14 de abril de 2020) el FMI afirma que, en caso de que el mundo (más de 180 países infectados) saliera de la pandemia en la segunda mitad del año, el crecimiento económico mundial, medido en PIB, decrecería el -3%, en vez de crecer el +3%, como pronosticó hace tres meses.

Huelga decir que vivimos una tragedia humana que nos desborda, por el número de muertos e infectados. El 14 de abril, el número de fallecidos declarados oficialmente por las autoridades como “fatalidades consecuencia de Covid19,” supera las 18.000 personas. El comprensible dolor humano ante la muerte y la enfermedad nos impactan por su enormidad, tanto como la apelación a la esperanza del Papa Francisco en el silencio del Vaticano vacío, durante los oficios de Semana Santa. Sufrimiento y esperanza. Difíciles de conjugar -al menos para quien escribe- si el clavo ardiendo al que agarrarse son falacias simplonas del estilo “la esperanza es lo último que se pierde” o “Resistiré”: puestos a resistir, desgraciadamente, es más resistente el virus. Para un servidor, acostumbrado a la frialdad de los números y estadísticas económicos, la apelación a la esperanza que viene de Dios invocada por el Papa Francisco es esencial, cara tanto a la enfermedad como a la crisis económica que nos anticipa el FMI.

Me encontraba haciendo números con modelos de regresión para poner cifras a la crisis, cuando los datos del FMI se han hecho públicos. Son tan demoledoras las previsiones del Fondo que más vale deje de lado mis propios cálculos, que meten en la Thermomix económica, la Gran Depresión (1929-1946), las Recesiones de los años 70 (1973 y 1979) fruto de los embargos del petróleo; la Recesión de 1987; la de 1993-1996; la Crisis de las “Punto.com” en 2000, agravada por los atentados del 11 de Septiembre de 2001 y la Gran Recesión de 2007-2009 de la que, en España, aún estábamos saliendo antes de caer en otra mayor. Y, para intentar asemejar las condiciones de la pandemia a los de una crisis global sin precedentes, también he incluido en el modelo del Estudio Advice de Éxito Empresarial, las consecuencias económicas de grandes desastres naturales, sean los Huracanes Katrina, Irma o María, en Estados Unidos, o el tsunami del sudeste asiático de 2004 que dejó cientos de miles de muertos. Por ser breve, las primeras conclusiones -antes de conocer los datos del FMI- eran malas, aunque no tan malas para España como augura el FMI.

El Fondo prevé para España un decrecimiento del PIB del -8%, la mayor pérdida de riqueza desde que el Instituto Nacional de Estadística (INE) acumula datos, desde 1970 hasta hoy. En 2009, el PIB se desplomó el -3,4%. 2020 sería un año para llorar desde el punto de vista económico si el PIB se desploma el 8%. Simplemente, porque el mero dato hace que España salga despedida volando del mapa de la realidad objetiva. Si el FMI prevé que la tasa de paro aumente en Europa hasta el 10,4% de la población activa, para España anticipa el doble: 20,8% de tasa de paro. Hay una desproporción muy fuerte entre la economía global de la Unión Europea, que retrocedería el -7,5% en PIB (-8% en España) y el aumento del paro en Europa y en España. Cuando en Europa dicen que “el mercado laboral español es demasiado rígido y que hay que facilitar el despido”, es obvio que no saben exactamente de qué país hablan, porque despedir en Francia o Italia, es poco menos que imposible. Y estos países, como Alemania, tienen fuerte industria manufacturera, “virtud económica” de que España carece. Es obvio que una economía fundamentada en Servicios (74% del PIB), en Comercio (24% del PIB, dentro de Servicios), Restauración (5,4% del PIB, dentro de Servicios), Turismo (13% del PIB)…, ante una “tormenta perfecta”, como la que se nos ha echado encima, tiene consecuencias inmediatas negativas para el empleo. No es consuelo que Italia y Grecia estén en una situación similar. Pienso que lo ideal sería compararse, por elevación, con los países más exitosos y no con los últimos de la clase. Ni Francia, ni Alemania, (cuyo PIB caerá el 7% en ambos casos) sufrirán tasas de paro tan fuertes como las de España. Por supuesto, tampoco Holanda.

Personalmente, “me alegro” de no haber sido yo, ni haber sido mi empresa, Advice Strategic Consultants, quienes hayamos sido los portadores de las malas noticias. El mensajero es el FMI, quien es fuente de las previsiones. Llama la atención que el FMI prevea una evolución económica en V entre 2020 y 2021: fuerte caída del Producto Interior Bruto en 2020 y, si fuere el caso, recuperación en 2021 que, sorprendentemente, para España estipula en un +4,7% del PIB, pero con poca recuperación del empleo, porque la tasa de paro seguiría en el 17,5%. Ya sabemos por experiencia de otras crisis, que España tiene el dedo fácil para apretar el gatillo del despido, pero muy difícil y lento para activar el del empleo/contratación. Exactamente lo contrario de las economías anglosajonas como Estados Unidos, Reino Unido, Australia y Canadá, entre otros países boyantes, que se caracterizan por una doble diversificación económica, geográfica y sectorial que les hace 1) más resistentes a la crisis y 2) que se recuperen con mucha mayor facilidad y rapidez.

Cuando las cosas van mal en todos sitios es fácil caer en la tentación del “somos uno más”, encubriendo así las carencias económicas de España, que llevamos más de diez años sacando a colación en El Confidencial Digital. Ya sabemos que esta crisis es inédita por sus causas, alcance y negativas consecuencias. Pero cuando Estados Unidos se recupere, empezará a crear empleo con muchísima rapidez. Y, en España, como viene siendo habitual desde 1970 (INE, serie histórica del PIB y la EPA o Encuesta de Población Activa que mide la tasa de paro), los parados serán de larga duración, pero no de seis meses, como en Norteamérica, sino de dos años, cuando menos.

En siguientes tribunas analizaremos en detalle el qué va a pasar en la economía, en el mundo, en Europa y en España. Ahora, baste la apelación a la Responsabilidad Social Empresarial que, como ya destacamos hace semanas ha movilizado a empresas como Fundación Bancaria La Caixa, El Corte Inglés, Inditex, CaixaBank, Cellnex Telecom, Telefónica, Calidad Pascual o Mercadona a volcarse en ayudar a la sociedad. Por no hablar de “la Sanidad y el personal sanitario”, que lo están dando todo por los demás, e instituciones de la Iglesia Católica.

¿Que se avecina una crisis muy fuerte? sí. Que, como decía el Papa Francisco el Domingo de Resurrección, hemos de buscar la esperanza, también. Y, a Dios rogando y con el mazo dando, por aquello de que las empresas sigan actuando de manera socialmente responsable…

 

Jorge Díaz Cardiel, Socio Director de Advice Strategic Consultants

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