José Apezarena

Dolores Delgado, ministra de Justicia, da lecciones a los obispos

Reunión de Dolores Delgado con las asociaciones judiciales y fiscales.
Reunión de Dolores Delgado con las asociaciones judiciales y fiscales.

La ministra de Justicia, Dolores Delgado, dice que se ha dirigido a la Conferencia Episcopal Española, a través de su presidente, Ricardo Blázquez, para reclamarle que la Iglesia entregue al Gobierno sus investigaciones sobre abusos sexuales.

Escribo "dice", porque lo comunicó una nota del Gabinete de Prensa del ministerio de Justicia, y a las pocas horas la Conferencia Episcopal desmintió haber recibido la carta, y lamentando enterarse por los medios.

Dolores Delgado, que enmarca su petición "en el marco de cooperación del Estado con la Iglesia", la justifica en la necesidad de "arrojar luz sobre unos hechos que nuestra sociedad no puede permitirse seguir manteniendo ocultos si desea afrontar el futuro con dignidad".

Explica que estos delitos, "sean en el seno de la Iglesia como en cualquier otra institución" no pueden ser ocultados, sino que merecen "el máximo reproche social". Y recuerda que se ha dirigido a la Fiscalía del Estado para que le informe sobre el número y estado de tramitación de todos los procedimientos penales abiertos por este tipo de infracciones en instituciones religiosas.

Y yo me pregunto. ¿La señora ministra no tiene ningún otro colectivo social, profesional y cultural, al que dirigirse pidiendo información sobre abusos? ¿No lo ha demandado al colegio de médicos, ONG's, maestros, entrenadores de atletismo y natación, monitores de tiempo libre... y hasta a los cuerpos de seguridad y al ejército?

Si quiere dar lecciones a los obispos, ¿no tendría que atender también a esos otros sectores?

A ese respecto, aconsejo la lectura del excelente artículo que publicó ayer José Francisco Serrano en Religión Confidencial, del que tomo algunos párrafos.

"No hace muchos días, el presidente de la Conferencia Episcopal, cardenal Ricardo Blázquez, escribía en su hoja diocesana “Iglesia en Valladolid” que a partir de la “publicación de informes tremendos, que se refieren a hechos acontecidos hace 30, 40 y 60 años, se ha podido tener con esta avalancha la impresión de que la pederastia es exclusiva de sacerdotes, y de que los curas católicos son pederastas”.

“Esta insinuación –añadía- es falsa e injusta”.

 

Según estudios estadísticos –recordaba el arzobispo de Valladolid-, “un 80% de estos casos tienen lugar en las familias, un 17% en el ámbito escolar y deportivo, y tan solo un 3% en la Iglesia”.

“Sin embargo -escribía el cardenal Blázquez-, la Iglesia siempre acapara todos los focos”. También se refería a unas palabras de Ángela Merkel en las que decía que “el problema no es sólo de la Iglesia Católica y protestante sino de la sociedad”.

Una de las tareas prioritarias de la Iglesia, junto con la de la investigación, trasparencia, y denuncia, es el acompañamiento de las víctimas. Son no pocas las iniciativas loables que se están desarrollando sobre el acompañamiento de las víctimas de los abusos clericales.

Pero lo que me pregunto es si esas iniciativas, incluso en su forma de presentarse públicamente, no olvidan ese dato fundamental de que la mayoría de los abusos se producen en la familia y en actividades deportivas varias.

Me pregunto quién está haciendo algo por acompañar a las víctimas de abusos en familias, deportes, centros sociales y educativos. ¿El Estado? ¿La sociedad a través de cuerpos intermedios? ¿La industria privada de la salud, es decir, los criterios de un capitalismo aplicado a reparar las personalidades traumáticas como negocio?". 

Hasta aquí la cita, porque el artículo plantea algunos otros interrogantes que no es momento de abordar.

Que en ámbitos de la Iglesia ha habido abusos lamentables, que incluso los hay todavía, es una evidencia. Y también que, a pesar de los fallos, está haciendo un enorme esfuerzo por que se denuncien, clarifiquen y se asuman responsabilidades.

Pero también es una evidencia que se mira menos a profesiones y colectivos donde la incidencia de esa plaga es bastante mayor.

Insisto, la ministra Dolores Delgado, tendría que dirigirse también a esos ámbitos y no solo a la Iglesia. ¿Por qué no lo hace?

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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