No me fío de Pedro Sánchez

¿Por qué será? Resulta que no acabo de fiarme de Pedro Sánchez, secretario general del PSOE.

Aparte de haberle seguido otras muchas veces antes, el miércoles le escuché con especial atención, al término de su charla con Mariano Rajoy para hablar de la formación del nuevo Gobierno. Releí después sus declaraciones y aún no he conseguido aclararme exactamente sobre cuáles son sus propósitos.

Por un lado, en la rueda de prensa dio garantías de que no habrá tercera convocatoria electoral, y por otro repitió que en ningún caso el PSOE permitirá la investidura de Rajoy. Es decir, que no habrá abstención, sino voto en contra. Pues entonces, esas dos afirmaciones parecen contradictorias.

Cuando le preguntaron si descarta formar Gobierno él mismo, la respuesta no resultó nada clara. "El partido socialista siempre estará en la solución", respondió. O sea, que no lo descartó.

Entonces, si no excluye intentar la investidura, ¿con qué fuerzas piensa hacerlo? Porque se enfrenta con la oposición de la dirección federal a cualquier pacto con Podemos. Pero, además, necesitaría los votos de los nacionalistas, algo que produce incluso mayor rechazo entre los principales líderes socialistas.

Algo tiene que estar escondiendo Pedro Sánchez, para pensar en que podrá volver a intentar ser presidente del Gobierno. Por eso no acabo de fiarme de él.

Ya sé que da igual que me fíe o no. Y, por supuesto, a Pedro Sánchez, y a sus partidarios, le traerá al pairo. Pero no me resisto a dejar por escrito esa desconfianza. También pensando en el futuro. Por si los hechos acaban dándome da la razón. Que creo que sí.

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