Podemos sacrificará a Monedero

Cuando, poco tiempo después, Tania Sánchez provocó la debacle en IU de Madrid para hacerse cargo de una especie de plataforma que favoreciera la confluencia de la izquierda, bien se veía que todos estos acontecimientos seguían una secuencia, conforme a un guión preestablecido. Cuando el mismo Pablo I. Turrión ha presentado a Monedero como un mártir frente a los “déspotas” que le quieren hacer trizas, mi seguridad es ya aplastante: Podemos está dispuesto a sacrificar a Monedero, y tal sacrificio será la tapadera tras la que se camufle un debate político que ya les exigía abordar propuestas y soluciones, donde hasta ahora solo han presentado denuncias y protestas. Pablo I. Turrión es un mago de la palabra, nadie combina con la misma habilidad el tono mitinero con las ocurrencias, las frases impactantes y el intercalado de citas y frases cuya sonoridad llame la atención. Dijo “tic-tac” varias veces seguidas y las onomatopeyas impactaron; ahora ha dicho que David puede ganar a Goliat: “las encuestas demuestran que David puede ganar a Goliat, pero eso no es sencillo; David solo tenía una oportunidad, tenía una honda y una piedra que sólo podía lanzar una vez”. La metáfora es impactante, pero es falsa, porque Podemos no es un rebaño de pastores entregados a su trabajo sino un hatajo de oportunistas reunidos en un claustro universitario.

Ahora, en plena vorágine, cuando la nerviosa derecha y la inquieta izquierda le reclaman las mismas responsabilidades que ellos reclamaron a la “casta”, Pablo I. Turrión ha dado un paso al frente y ha exhortado al Presidente Rajoy a convocar elecciones lo antes posible. Sí, cuanto antes, porque el goteo de actuaciones irregulares, escarceos, corruptelas y corrupciones que afectan a los suyos puede irles minando. Y por si fuera poco, el efecto producido por el triunfo de Syriza en Grecia, que Podemos quiso convertir en su propio triunfo, se ha ido diluyendo tras el pacto de Tsipras con la ultraderecha, la ausencia de mujeres en su gobierno y los “fracasos” cosechados tras las primeras reuniones con los responsables y dirigentes europeos. El tic-tac del eufórico reloj que parecía guiar las palabras de Pablo I. Turrión en la noche de las elecciones griegas, ha disminuido su tono y su volumen. Pero, además, los hechos han demostrado que Podemos va a funcionar exactamente igual que los demás partidos en vigor en España, en todo caso peor, sujeto a un centralismo más o menos democrático en el que los famosos “círculos” solo son coartadas para que las cabecitas de ratón surgidas de ellos sigan a pie juntillas las órdenes de las cabezas de león surgidas del claustro de la Complutense.

Y bien, que cada cual saque las debidas conclusiones. En Democracia caben incluso quienes pudieran estar dispuestos a cargársela, el cual no es el caso. Lo que a mí no me cabe ninguna duda es que Podemos está muy cómodo aunque Monedero esté lleno de caca. En la famosa “casta” hay gente como Monedero, tramposa hasta que las trampas salen a la superficie, a los que cabría exigirles que públicamente pidan perdón y subrayen su propósito de enmienda, pero no lo han hecho, y eso ha acrecentado más si cabe la furia de los ciudadanos. Monedero tampoco lo ha hecho, pero el estado de gracia en que viven ahora los líderes de Podemos aún les ha servido para intentar justificar el “atraco” suyo comparándolo con la entidad muy superior de algunas otras corrupciones, como si lo importante fuera la cantidad y no la calidad.

Lo cierto es que ya se han retirado de la estela de Syriza en cuanto han visto que Tsipras va a pasar por el aro europeo. Ya parece que Tsipras ha dejado de ser “el primo de zumosol” de Pablo I. Turrión, y como a la dirección de Podemos le falta gallardía para hablar de la política que van a hacer mañana, -a la vez que le sobra para caricaturizar la política de ayer-, mucho me temo que de aquí hasta las próximas Elecciones Generales se van a someter a las normas y comportamientos que han venido usando los demás. La huida hacia adelante y la defensa a ultranza de la inocencia de los suyos, ante cualquier denuncia contrastada, formarán parte de su estrategia.

No han inventado nada nuevo. Sus frases empiezan a estar diseñadas en un laboratorio, pero no en uno de ideas sino en uno de estrategias: no somos de izquierdas ni de derechas, han dicho, queremos conquistar el cielo… Hay que respetarles, dejarles caminar, que se defiendan a la vez que atacan. Por eso no tengo ninguna duda de que los reproches de Pablo I. Turrión al actual Ejecutivo, al que tacha de “utilizar las instituciones públicas no solo para enriquecer a sus amigos sino para atacar a la primera fuerza de la oposición que es Podemos”, van a acabar en el sacrificio de Monedero en el altar público. Los sondeos y las encuestas serán finalmente los que decidan que Monedero, puño en alto, haga mutis por el foro entre los aplausos de la concurrencia y las salvas laudatorias y honoríficas que le dedique Pablo I. Turrión.

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Josu Montalban es miembro del Comité Nacional del PSE-PSOE (Partido Socialista de Euskadi).