Al servicio de Emergencias del 112 y al Cuerpo Nacional de Policía, que evitan el suicidio de una española en EEUU
La madrugada del lunes una joven madrileña llamó a su casa desde Nueva Jersey, donde cursa sus estudios, para decir a sus padres que estaba pasando un mal momento y que pensaba quitarse la vida. Ante la imposibilidad de contactar con la Embajada de España en EEUU, el padre de la estudiante llamó al Servicio de Emergencias de la Comunidad de Madrid desde su domicilio en la localidad de Majadahonda sobre la 01:30 de la madrugada, hora local. En ese momento, comenzó “un maratón” que terminó con un final feliz. El 112 se puso en contacto con el 091, teléfono del Cuerpo Nacional de Policía y éste le remitió al Centro de Comunicaciones Internacionales, cuyas gestiones no tuvieron resultados positivos. Finalmente, fue el Ministerio de Asuntos Exteriores quién logró hablar con el cónsul en Nueva York, quien se comprometió a enviar una patrulla de Policía a la casa de la española. A las tres menos diez de la madrugada el padre de la joven llamó de nuevo a los servicios de emergencia para agradecer sus gestiones: su hija estaba a salvo y había sido trasladada a un centro asistencial. Una historia sobrecogedora, que nos muestra la cara más amable de esos anónimos funcionarios que velan por la ciudadanía. Guinda a todos ellos y, particularmente, a los que participaron en esta epopeya singular.
