A Oscar Pereiro y Carlos Sastre, que con su esfuerzo han devuelto la ilusión a los aficionados españoles en este Tour de Francia

No ha podido ser. Finalmente el norteamericano Floyd Landis se ha impuesto en el Tour de Francia donde hasta ayer soñábamos con la victoria de un español. Pero ante todo hay que destacar la profesionalidad e ilusión derrochadas por los corredores españoles en esta vuelta francesa, en la que Oscar Pereiro ha estado a punto de llevarse el gato al agua y Carlos Sastre mereció podio en París. Lo mejor de este Tour ha sido el ambiente creado, que ha conseguido tener de nuevo a un país pegado al televisor gracias a unos locos capaces de meterse unas palizas tremendas encima de la bicicleta. Vuelve el ciclismo español y lo hace a lo grande. Ya no nos sirve acordarnos de Indurain, necesitamos un recambio. Parece que esta edición del Tour ha supuesto una caja de pilas nuevas. Pues que duren. Guinda a unos deportistas formidables.