A Rosa Díez, una política socialista que no vende su palabra aunque le cueste su escaño cuando está en juego su conciencia
El Partido Socialista ha decidido remover a Rosa Diez de su puesto como representante en la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior del Parlamento Europeo. Hasta ahí nada que objetar. El PSOE es una formación política y no una ONG, por lo que puede actuar como le plazca a nivel interno sin dar explicaciones a nadie, salvo a sus votantes si hace lo cree conveniente. Lo que se sale de la pauta es que, según apuntan los indicios, Rosa Díez ha perdido su cargo por ser molesta. Y la señora Díez es molesta porque dice lo que piensa en algunas materias en las que cree que no debe dar su brazo a torcer porque se juega su dignidad. Y cuando uno hace eso poniendo en juego premios y réditos políticos es encomiable. Cualquier político de bien que trabaje en el País Vasco (aquí no entran los asesinos, ni los pusilánimes, ni los colaboracionistas) sabe lo que vale un peine. Y por esto saben también toda la dignidad que atesora Rosa Díez. No se dan cuenta de que en verdad, le han dado una medalla. Guinda a una mujer valiente.
