A Tomás Gómez, presidente del Partido Socialista de Madrid, que presenta una ponencia partidaria de no actuar sectariamente contra la enseñanza concertada

El líder de los socialistas madrileños llega con el aval de Zapatero y José Blanco. Debe librar una pugna interna con los ‘simanquistas’, reacios a abandonar el poder en Madrid. La apuesta de Tomás Gómez para arrebatarles a Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón sus mayorías es un viaje al centro. Concretamente, propone dejar de demonizar a la escuela concertada porque –recuerda- éste fue un invento de Felipe González y atacarla es enfrentarse a la mayoría de la sociedad española. En la ponencia que acaba de presentar su equipo y que estará abierta a recibir enmiendas hasta el próximo 4 de agosto se ataca el discurso tradicional del PSOE en este punto y reconoce que el PP ha sabido adaptarse mejor a los cambios sociales y satisfacer a la clase media a través de la defensa de la enseñanza concertada. De ahí que se muestre dispuesto a impulsar la enseñanza pública pero sin excluir o atacar a los que opten por la concertada. Guinda al paso que ha dado Tomás Gómez, que le puede provocar cierto desgaste interno pero interpreta muy bien por qué el PSM lleva años enterrado en la oposición: por culpa de su sectarismo.

 

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