Al seleccionador nacional de baloncesto, José Vicente “Pepu” Hernández, campeón y profesional pese a la adversidad
La mayor gesta del baloncesto español sacudió nuestro país en el día de ayer. Una victoria nítida sobre Grecia en el Mundial de Japón selló un formidable torneo en el que la medalla de oro siempre pareció destinada para nuestro joven combinado. Gran parte de este éxito de una selección, personificada en un genio llamado Pau Gasol, recae sobre las espaldas de su seleccionador-entrenador que además de un gran técnico ha demostrado estar dotado de una categoría humana excepcional. José Vicente “Pepu” Hernández no acapara micrófonos, ni hace declaraciones grandilocuentes, pero siempre está ahí, en el gran juego de los chicos y en los malos momentos. Cuando Gasol cayó lesionado ante Argentina muchos vieron oscuro el horizonte de la final, pero “Pepu” recordó a todos que esta selección sabe jugar de memoria. Ayer, al término de la final, se supo que el padre de “Pepu” había fallecido un día antes, pero él no quiso decírselo a los chicos para no distraerles de su objetivo. Guinda a un profesional excepcional también en lo humano.
