A José Blanco y Leire Pajín, que no logran esconder el temor a una revuelta caciquil entre los socialistas andaluces: Manuel Chaves y su cero renovación para evitar incendios
Manuel Chaves fue reelegido este sábado, por quinta vez consecutiva, secretario general del PSOE de Andalucía con el 97 por ciento de los votos. El respaldo a la candidatura de Chaves, que se ha mostrado dispuesto a presentarse a las autonómicas de 2012, ha puesto blanco sobre negro el grave problema de los socialistas andaluces: insinuar tan siquiera que se quiere apostar por ese aire de renovación que parece imponerse en el Gobierno y en la cúpula del propio partido como una consigna vital provoca el recrudecimiento de las luchas intestinas. De ahí que el eterno Chaves haya tenido que dejar caer algo que no va a hacer en ningún caso: su intención de presentarse a las próximas elecciones autonómicas. Sin embargo, la orden es clara: apagar los fuegos de la rebelión interna con una mayoría para el silencio y mantener al señor Chaves en formol. Curiosa bandera para el partido de los jóvenes y la renovación. Habría que conocer la opinión de históricos como Javier Solana, Carmen Alborch o Carlos Solchaga, defenestrados del Comité Federal en el último congreso. Por lo pronto, guindilla al doble juego tramposo de José Blanco y Leire Pajín.
