A la Consejería de Educación de Murcia, por negarse a facilitar una intérprete de lengua de signos a una opositora sorda

Una mujer sorda se presentó a las oposiciones para ser profesora en Educación Física y tuvo que abandonar la sala de examen ante la ausencia de un intérprete de lengua de signos durante la prueba. Esta candidata, que asegura que notificó previamente a la Consejería de Educación de Murcia su discapacidad auditiva, ya denunció al organismo por el mismo motivo en el año 2014. Desde el ente público justifican su actuación en que la prueba debía realizarse “con la máxima similitud a lo que serían las condiciones reales para un profesor en su labor diaria”. Guindilla a la Consejería de Educación murciana por no garantizar los medios necesarios que permiten la integración de las personas discapacitadas en el desarrollo de la sociedad. 


 

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