A Esperanza Aguirre, por negarle la subvención a la asociación del 11-M de Pilar Manjón, aduciendo falta de proyectos

Por segundo año consecutivo se van a quedar sin subvención de la Comunidad de Madrid. Si el año pasado la excusa estuvo en que presentaron su solicitud fuera de plazo, en esta ocasión ha sido porque carecen de proyectos. Pilar Manjón, que perdió a su hijo en los atentados de aquel fatídico 11 de marzo de 2004, dice que no sabe dónde tiene que dirigirse para recabar ayudas. En la Puerta de Sol mantienen que con que vayan por allí a presentar sus planes de futuro es suficiente. No es justo que esa asociación, que engloba a unas 500 personas, se quede sin un puñado de euros porque no cae bien al gobierno regional. Tan politizadas están unas asociaciones como otras. Así que la discriminación no es del todo razonable. Al fin y al cabo son víctimas de una de las masacres más indignas que ha vivido este país. Si faltan proyectos, se concede un plazo extra para que los incluyan. Esa flexibilidad sería perfectamente entendida por la sociedad que debe estar con las víctimas. Un poco de sensibilidad se le echa en falta a Esperanza Aguirre y por eso recibe esta guindilla.

 

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