A Javier Lence, gerente del PP de Melilla, que debe aclarar a la opinión pública el bochornoso caso del duplicado de impresos de voto por correo

El PP de Melilla se ofreció para enviar impresos de voto por correo, que presuntamente intentó falsificar a votantes residentes fuera de la Ciudad Autónoma, según ha informado la Cadena SER. El PP se puso en contacto con personas censadas en Melilla, pero residentes fuera de la misma para ofrecerles los documentos electorales, unos impresos que sólo se puede solicitar en persona en las oficinas de correos. El caso, adelantado el pasado viernes, por el diario El País, resulta tremendamente escandaloso, por más que el gerente del PP de Melilla haya quedado libre y sin cargos tras ser interrogado por el juez que lleva el caso. Al menos, responsabilidad política hay. Es un caso muy similar, no lo olvidemos, al criticado desde esta misma tribuna hace unas semanas, cuando se supo que el candidato del PSOE a la alcaldía de Vila de Cruces (Pontevedra), Javier Castelo, envió una carta para contratar a un agente electoral en Buenos Aires que cobrase por captar voto emigrante –recuérdelo pinchando aquí-. Resulta lamentable comprobar el grado de degradación al que son capaces de llegar las personas –de la derecha y de la izquierda- por mantenerse o alcanzar la poltrona. Guindilla picante ahora para los responsables de las impresentables maniobras del PP en Melilla.

 

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