A José Blanco que sitúa en la capacidad de diálogo uno de los logros de Zapatero en sus dos años de gobierno

José Blanco, secretario de organización del PSOE, realizó ayer un primer balance de los dos años de Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero. Blanco quiso definir esta etapa con tres términos: “Reformista, dialogante y modernizadora”. Una alabanza que será la que pregone el Partido Socialista en la campaña que ahora inicia para vender los logros del Ejecutivo en este período. Este resumen en adjetivos es el fruto del análisis llevado a cabo por la Comisión Ejecutiva Federal socialista. Pues bien, está claro que el PSOE y el Gobierno pueden vender su labor en estos dos años como vean más conveniente. Pero si uno mira el panorama político actual, con el principal partido de la oposición en el rincón de la clase, sin capacidad de meter baza en ninguna de las grandes iniciativas del Ejecutivo, surgen las dudas acerca de si el “dialogante” que proclama Blanco se podría haber quedado en borradores. Porque “reformista” es admisible, ya que entre estatutos de autonomía, leyes de programa y remiendos, ha habido reformas, qué duda cabe. “Modernizadora” se admite también si nos colocamos en la estrecha visión del progreso que, en ocasiones, ha sostenido Zapatero. Pero dialogante... hacen falta demasiadas tragaderas para admitir el adjetivo. Y más esfuerzo habría que hacer para no realizar sucios sarcasmos con los diálogos que viene sosteniendo nuestro Presidente. En este punto, Blanco y la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, tal vez se han visto desbordados por la euforia. Guindilla a una percepción hiriente.

 

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