A Josu Jon Imaz, que se reúne con Batasuna, desafiando la ley a cara descubierta, mientras Txapote se ríe de sus víctimas
Durante el día de ayer estaba previsto el anuncio del Gobierno de Zapatero informando del inicio de negociaciones con ETA. Pero no hubo tal. La razón es que el Ejecutivo de Zapatero ha considerado -en una buena muestra de prudencia- que hacer dicho gesto es contraproducente tras la reciente operación contra el aparato de extorsión de la banda terrorista. A esto se suma la actitud despreciable de los dos acusados en el juicio por el asesinato de Miguel Ángel Blanco. Esta postura (ahora sí, prudente) de Rodríguez Zapatero no tiene nada que ver con la que mantiene el presidente del PNV, Josu Jon Imaz. Éste se reunía ayer con representantes de Batasuna, formación política ilegal, pasando por encima de las circunstancias señaladas, por el mero prurito de apuntarse un tanto en el llamado “proceso de paz”. Imaz, una vez más, se equivoca saltándose la ley y las circunstancias, aplaudiendo a los chicos de “la gasolina” y de las pistolas, a fuer de restregarle su indiferencia a las víctimas de “los chicos y chicas del tiro en la nuca”. Guindilla a una muestra de miseria moral política.
