A la ministra Mercedes Cabrera, que hostiga a los objetores de conciencia de la nueva ‘Formación del Espíritu Nacional’ del caudillo Zapatero

La ministra de Educación, Mercedes Cabrera, ha criticado desde El Cairo a los padres que se oponen a que sus hijos cursen la nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía (EpC). Cabrera ha dicho, aludiendo a los posibles objetores de conciencia, que “se está llevando a muchos padres y madres, probablemente mal informados, a una situación complicada”. “No puedo entender cómo se considera que educar ciudadanos esté fuera de lugar o suponga intromisión en aspectos de educación moral estrictamente privada en el ámbito familiar", ha añadido la ministra en defensa de la nueva asignatura. Mercedes Cabrera hace trampa. Porque enseñar a valorar los principios democráticos y la defensa de los derechos humanos, dar a conocer los principios consagrados en la Constitución, las normas políticas, los mecanismos de participación ciudadana... es una tarea loable. Y se puede defender como legítimo por parte del Estado. Pero aquí el Gobierno Zapatero ha marcado las cartas de esta asignatura queriendo imponer como doctrina oficial algunas cuestiones sociales discutidas, como el concepto de familia, la valoración de la homosexualidad, la ideología de género o el laicismo. Guindilla a esta ministra de Educación que quiere colar una nueva versión de aquella Formación del Espíritu Nacional (adaptada a los principios políticos de la izquierda progresista) y pretende que España entera se rinda a los pies del nuevo caudillo.

 

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