A los diputados del PSOE y el PP, que este miércoles abandonaron en masa el Congreso cuando terminaron ZP y Rajoy: una falta de respeto al resto
Ya sabemos que la política nacional discurre entre dos aguas: a un lado, el Gobierno socialista; en la otra orilla y cada vez más lejos, el principal partido de la oposición. Ni a uno ni a otro parecen importarle lo más mínimo el resto de formaciones llamadas minoritarias. Salvo cuando toca conseguir apoyos puntuales con los que iniciar alguna travesía. El último ejemplo de esto se pudo ver este miércoles en el Congreso. Lleno completo en el hemiciclo de la Cámara Baja a las cuatro de la tarde. Los diputados escuchaban -extrañamente silenciosos- las palabras del presidente del Gobierno y, después, las del líder de la oposición, que matizaba argumentos y posiciones. Y de repente, el pandemónium: nada más bajar Rajoy de la tribuna de los oradores, los diputados de PSOE y PP recogieron sus efectos personales y salieron –ordenadamente, eso sí- del hemiciclo, antes de que comenzaran las intervenciones de los grupo menores y ante la sorpresa del presidente Manuel Marín, que no sabía si hacer uso del mazo y que optó, finalmente, por llamarles la atención a sus señorías: “No creo que esto les guste mucho a los grupos minoritarios”, sentenció el socialista. Guindilla a su reales señorías que, una vez más, han demostrado que el hemiciclo no está a la altura de las circunstancias.
