Pedro Sanz, presidente de La Rioja, que además de presunto ‘espía’ en el Congreso ahora se apunta a las groserías
El presidente de la Rioja, Pedro Sanz, no se mordió la lengua este lunes cuando fue preguntado sobre su supuesta relación con la grabación de la intervención del Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el Senado durante la Conferencia de Presidentes. Según Sanz “lo importante es lo que se dice y la gravedad de lo que se dice –‘accidente’ en vez de ‘atentado’- que es lo que a mi me afecta, lo demás que les den por ahí”. “Yo me río del mundo, porque todo el mundo llevaba móvil allí y todo el mundo manejaba el móvil” ha dicho Sanz en referencia a esas grabaciones. Asegura que no está preocupado si finalmente se demuestra que fue él quien grabó la intervención de Zapatero y añade textualmente: “me da igual, me importa un pimiento”. Pues no da igual, señor Sanz. Los medios que uno utiliza también son importantes. Si no, los GAL estarían justificados. Pero no todo vale en la lucha contra el terrorismo. En eso estamos todos de acuerdo. Y ojo: el presidente de La Rioja ha hecho bien en revelar el tremendo ‘lapsus’ (el tercero) del presidente: un buen servicio a la ciudadanía. Pero no hacía falta grabar subrepticiamente una intervención reservada y quebrar la confianza de la que se había hecho acreedor. No hacía ninguna falta. Y para colmo de males, ese tono chulesco y grosero, tipo ‘que les den por ahí’. Por lo pronto, una guindilla para el presidente ‘espía’ y deslenguado.
