Al actor Pepe Rubianes que, aún convaleciente de un cáncer de pulmón, es incapaz de dejar a Dios tranquilo y hará de Altísimo para Tricicle

Se van dando pasos en España a favor de la libertad, la igualdad y los derechos humanos. Sin embargo, todavía hay asignaturas pendientes, como por ejemplo la tolerancia hacia los ciudadanos que defienden determinadas creencias. Por ejemplo, hacer bufonadas sobre homosexuales o lesbianas es considerado homofobia, con razón. Sin embargo, cocinar un Cristo o interpretar a Dios en un escenario, como va a hacer el actor Pepe Rubianes, es arte, libertad de expresión o puro ejercicio al margen de retrógados convencionalismos. La aplicación de estas dos varas de medir apenas se entiende… salvo desde el sectarismo. Guindilla al actor, enfermo de cáncer, con el deseo de que se recupere pronto, pero deje en paz a Dios.