A la panda de ultras del Real Madrid que lanzó en Santander una cobarde bengala que impactó en un niño de seis años
El pasado domingo, el Real Madrid se enfrentó al Racing de Santander en el estadio de El Sardinero de la capital cántabra. Lo que debería haber sido una fiesta para las dos aficiones –el Madrid es el actual campeón de Liga y el Racing juega la UEFA- se convirtió en un espectáculo bochornoso. Los culpables, los de siempre: aquellos que ven el fútbol como una plataforma para ejercer la violencia. Unos ultras del Real Madrid comenzaron a lanzar bengalas y botellas a los aficionados del Racing que esperaban para entrar en el estadio. Una de los artefactos impactó en la espalda de un niño de 6 años. La fortuna quiso que la bengala rebotase y no ocurriese nada. Pero el buen final de esta historia no quita hierro al hecho de que por los campos de fútbol españoles siguen deambulando pandillas de violentos, de todos los colores y equipos. Es una lacra que se debe erradicar. Tolerancia cero. Guindilla a los ultras ‘merengues’.
