A los servicios de Salud del Reino Unido y España, que siguen enviando a inglesas a Barcelona para abortar ilegalmente

El Departamento de Sanidad inglés, junto al Servicio Británico de Recomendaciones sobre el Embarazo, envía a mujeres británicas a abortar a España, concretamente a la clínica barcelonesa Ginemedex. Más allá de la siniestra cooperación en materia de aborto, llama la atención el hecho de que en España son atendidas precisamente las mujeres que han pasado las 24 semanas de gestación, cuando este tipo de abortos no está permitido en España. Nadie parece estar investigando esto, pese a que rotativos ingleses lo denunciaron en su día y el diputado popular Azpíroz llevó la cuestión al parlamento. Ahora, las autoridades inglesas han mostrado su disposición a hacer caso omiso de estas prácticas ilegales y de las autoridades españolas nada se sabe. ¿Cabrá recordar, pese a todo, que el aborto en España está despenalizado, y que pese a la enorme laxitud de nuestra ley, esta debe cumplirse en los pocos casos en que el aborto está prohibido? ¿Cabrá recordar el triste recorrido que tiene España en “cooperación para el aborto” con otros países como Portugal? Guindilla a las autoridades sanitarias que no cumplen con la ley y guindilla también al silencio —tan interesado- sobre el tema.