A Zapatero, De la Vega y Rubalcaba: ¿cómo es posible que, un mes y tres días después, el robo de pistolas de ETA siga sin consecuencias?
El pasado 24 de octubre, la banda terrorista ETA consumó el robo de 350 armas en Francia. El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó horas después, de forma contundente, que de confirmarse la autoría etarra, el hecho tendría consecuencias. El miércoles pasado, Francia confirmó lo que ya se sabía: que había sido ETA. El jueves, el ministro del Interior anunció que se dejaba para “momentos mejores” la aplicación de esas consecuencias. Y el viernes, la vicepresidenta primera del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, confirmó que “robar pistolas es violencia” pero anunció lacónicamente el plan de acción: se investigarán los hechos, se perseguirá a los culpables y serán puestos a disposición judicial. En foros y páginas de opinión de medios generalmente condescendientes con los postulados de la izquierda política española comienza a aparecer los primeros síntomas de impaciencia. Zapatero y su Gobierno está comulgando ya con auténticas ruedas de molino, tolerando desplantes bochornosos de los violentos y avergonzando a España entera. Guindilla a los culpables de esta afrenta.
