Al eurodiputado Nigel Farage, que confunde decir la verdad con ser injustamente hiriente
El eurodiputado Nigel Farage, del partido ultra-euroescéptico británico UKIP, ha arremetido contra el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, y contra Bélgica como país. Lo hace por excitar a las masas euroescépticas británicas y cambiar su asiento en Estrasburgo por uno en Los Comunes. Pero, pese a tanto euroescepticismo, el histrión Farage, tan insultante, no ha renunciado a su sueldo. Puede lucharse contra los defectos de una gran burocracia como la de Bruselas-Estrasburgo, pero el insulto muestra ya otras intenciones, además de un entendimiento muy enteco de lo que es la UE. Guindilla al payaso de la ofensa.