¿Bautizarse de nuevo?

Algunos que han hecho caso a ciertas asociaciones que les pedían que se salieran de su casa, han vuelto al Arzobispado de Madrid a pedir el reingreso

Leo, en un diario digital, una carta de Rosa Pastor (6 de junio de 2006), que dice: “No acabo de entender lo de apostatar con carácter urgente. Hace 33 años apostaté para poder casarme por lo civil y no tuve ni el más mínimo problema (...), hace poco me comentaron lo difícil que era para poder tramitarlo. ¡Pura mentira! Son tan carcas y anticuados... Por cierto, yo voy a bautizarme de nuevo y estoy muy contenta”.   Algunos que han hecho caso a ciertas asociaciones que les pedían que se salieran de su casa (la Iglesia), han vuelto al Arzobispado de Madrid a pedir el reingreso.¿Por qué provocan a los suyos, el odio a la Iglesia y los estimulan a la apostasía? ¿Será por rencor, porque ella no acepta lo inaceptable, la mentira como verdad? ¿Cómo, quien ama la verdad, va a llamar naranja al limón si no está de broma? ¿No supondría gran inconsciencia o desmesurado egoísmo, contentar a alguien llamando realidad a lo imposible? ‘La ignorancia es atrevida’; pero la Iglesia no baila al son del momento en temas importantes.   Dios no está contra los homosexuales, ni la Iglesia tampoco: son sus hijos, como los demás. Cada cosa es lo que es, y no se debe llamar matrimonio a cualquier tipo de relación. La señora Pastor no tiene que volver a bautizarse, pues el Bautismo imprime carácter sacramental y, por eso, es necesario; pero sí puede hacer un acto solemne y público de fe, especialmente si la apostasía también fue pública, y “en donde dijo digo que diga diego”. La Santa Madre Iglesia, la acogerá con el cariño de toda madre al hijo que regresa.

 

Video del día

Salvador Illa admite que Koldo se presentó en el Ministerio "sin cita previa"
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato