Carta a Aído, De la Vega y Jiménez
Tengo 78 años y soy una madre feliz de 10 hijos y abuela de 37 nietos. No puedo olvidar esa alegría especialísima, única, de dar a luz un hijo, con todos los dolores físicos que eso comporta y que entonces no se veían mitigados con la anestesia epidural.
Tampoco puedo olvidar mis lágrimas por dos abortos que me sobrevinieron.
Por último recuerdo la nostalgia que experimenté cuando al venirme la menopausia pensé: ¡ya nunca más podré volver a sentir esa alegría de tener un hijo!
A lo mejor, si esas tres ministras, Aído, Fernández de la Vega y Jiménez hubieran tenido un hijo no se regocijarían tanto cuando nos hablan de la nueva Ley del Aborto y de la píldora del día después.
