Deportividad

Tras la gran satisfacción que todos hemos tenido tras la consecución de la copa del mundo de fútbol, me gustaría enviarle mi reflexión sobre la deportividad exihibida en la final del pasado domingo. Es evidente que la victoria lo cura casi todo, pero creo que todos tenemos un poso amargo tras ver las sucesivas repeticiones de algunas acciones antideportivas que tuvieron lugar allí, especialmente la patada recibida por Xavi Alonso en el pecho. Mi reflexión es en el sentido de si realmente el Fútbol ha de seguir siendo un deporte en el que los niños se fijen como ejemplo. Como padre me preocupó que mis hijos viesen tal violencia sin castigo, por personas que ellos pueden considerar un ejemplo de éxito. No critico en realidad la violencia de ese u otros partidos, que puede ser simplemente estrategia, sino el hecho de difundirlo en horario infantil, o que los niños lo vean. Al igual que el sexo gratuito, la violencia en películas, el lenguaje soez, también el fútbol tendría que ser eliminado del horario infantil, y marcado como espectáculo para adultos. Los malos ejemplos que se ven en el fútbol son numerosos y conocidos, y prácticamente no hay partido en el que se producen acciones violentas (no simplemente viriles), aunque aquella patada del domingo fue la que me hizo sentir más preocupado por la enorme audiencia que tuvo en todo el mundo, y los muchos niños que lo vieron.