Esperanza en río revuelto

Y se hizo la luz. O eso pareció cuando el miércoles ETA, acorralada, anunció un alto el fuego. Lo de indefinido lo veremos dentro de unos meses. El Presidente Zapatero, ‘el hombre tranquilo’, sabrá pilotar la nave; esperemos que con buena mano. Apoyémosle. Nos va mucho en ello. Nos va el quitarnos el cáncer ETA que hemos sufrido 38 años. Pero hay que extirparlo bien, para que no se reproduzca. Y gratis.   Pero nos va algo más importante: la convivencia. Y ahí tengo mis miedos. Justificados: mientras el PP ha sabido estar –mal que bien- a la altura, Ibarretxe –que no pinta nada en este asunto desde hace meses y ha visto su Plan desactivado, y está celoso- ha sacado la caña de pescar en río revuelto el mismo día: su mesa de partidos. Para mesa, el Parlamento, donde Batasuna no está porque ha amparado a ETA, y lo seguirá haciendo para no perder a su gente. Ibarretxe está ya pensando en los votos independentistas, y les ofrecerá el ‘paisito’ bucólico, más nacionalismo, a costa de los vascos que no son nacionalistas.   El verdadero proceso de paz será la convivencia: libertad e igualdad para quienes no creen en el mito. Sin poner la otra mejilla. Ya hemos oído declaraciones de alegría mezquina de mucha gente, pero es porque ETA ya no importuna y afea su sueño nacionalista. Y a las víctimas, una palmadita y basta. Ojalá me equivoque pero suelo acertar.