Gallardón: Marqués de las Zanjas
Viviendo en Madrid, uno llega a darse cuenta hasta dónde pueden llegar las obras. Y no es preciso dar muchas vueltas, sino que en su recorrido habitual puede encontrarse con varias obras en las calles. Es impresionante ver la calle Serrano, no sólo en la hora punta, sino a lo largo de todo el día. Y obras que muchas veces sí que son necesarias, pero que por el procedimiento que se llevan a cabo hacen que sean muy molestas para los ciudadanos. Es el caso de la esquina de Hermanos Bécquer con Serrano, parece que todo se haya hecho con el fin de entorpecer el tráfico. Los atascos son habituales, y será que los agentes de movilidad están demasiado ocupados para ayudar en estos casos.
Nuestro queridísimos alcalde, en vez juguetear a entrometerse en líos dentro de su partido, nos haría un gran favor a todos sí se sentara a estudiar los proyectos que tiene en esta ciudad, sobre todo después del dineral que se gasto en su nuevo despacho. ¿Para eso necesitamos a los políticos?
