¿La Historia, se repite con la medallita?

Por que solamente un pueblo decide su destino, sin elegirle, un día unos cuantos hombres decidieron por nosotros y esos pocos nos hicieron mucho daño. Las guerras no son tan buenas como aparentan.

Durante cuarenta años este país tras pasar los horrores de una guerra, en la cual nadie salió ganando, padecieron nuestros abuelos y después nuestros padres y aun los niños arrastraron las secuelas. Para desgracia de todos, la guerra sólo trajo odios.

Las repercusiones de la dictadura se manifiestan hoy en día de manera más sutil: con el PP. Cuando la derecha (que se cree renovada) obtuvo la mayoría absoluta, se le vio la intención que no era otra que volver a vivir otros tantos años de escribir al dictado de una manera sutil. Y este pueblo decidió un 14 de mayo de 2004 apostar de nuevo por aquellos que además de demostrar que algo había cambiado. Aprendieron de los errores de la primera etapa de un partido socialista, que quemó un tanto al pueblo que un día creyó en la libertad y que todavía cree, decidió con el voto.

Es por ello, que comprar medallas nos ha sentado tan mal. Mal por el cómo, el cuándo y por qué, no el quién. Si alguien aquí se merece una medalla, que no le quede duda a nadie esa medalla es para este pueblo y la mejor la mayor, la más digna medalla que este pueblo quiere y desea más que nada, es la del trabajo, la igualdad, la solidaridad, la paz y la libertad.