Ibarretxe: mimbres gastados
Tras dos meses que más han parecido el parto de los montes, Ibarretxe es de nuevo presidente, lehendakari de vascos y vascas. Podemos felicitarnos de no necesitar repetir estas elecciones anticipadas (por su pataleta cuando el Congreso rechazó su plan). Pero mejor hubiera hecho en evitarnos el paripé de conversaciones con los grupos del Parlamento porque él tenía muy clarito que al ‘enemigo’ no iba a convencerle por la sencilla razón de que Juanjo no quería, aunque se le llene la boca con ‘normalización’ y palabras hueras.
Desde luego, no ha contentado a nadie. A los estatutistas del PSE les ha ninguneado cuando un gobierno de unidad hubiese sido bueno. El nacionalismo oficialista está dividido porque EA quería más y ni siquiera le aplaudió cuando el PCTV-HB anunció su jugada de prestarle dos votos que nos cobrará caros a todos. Madrazo, de izquierda poco tiene, de poltronero mucho. Y Aralar se quedó fuera del reparto; yo todavía me pregunto por qué, siendo una gran esperanza para Euskadi, ha sacado sólo un escaño y las herederas de HB ocho (cada día se ve más claro, con la ‘superación del conflicto’ y otras perlas que se les escapan).
Vaya panorama: gobierno hipotecado (se admiten apuestas de cuánto durará, tristemente) de unos, los vascos-vascos, contra el resto, los poco-vascos. No hace falta más que poner la ETB: la misma propaganda de costumbre. Nos espera el mismo enchufismo, la misma corruptela encubierta. Si Sabino lo viera...
