Jóvenes terroristas

Hiela la sangre ver a los miembros de esas plataformas juveniles de Euskadi, cuyo nombre no merece la pena recordar, en un ambiente festivo mientras toman asiento en la sala de audiencias para ser juzgados. Viéndolos a todos, con sus camisetas rojas, se diría que están en la sala de espera de algún aeropuerto excitados ante la aventura de una excursión de fin de carrera, no parecen darse cuenta, de porque, y para que, se encuentran en el banquillo de los acusados. Ninguno de ellos ha entendido que la sociedad les está acusando de colaborar con asesinos. Ellos, felices, e incapaces de cuestionar su vida o sus ideas, completamente manipulados y ajenos a la realidad, esperan a que despegue su avión. La realidad es que son unos niños "bien", hijos de la abundancia y con nada más importante que hacer que jugar a ser héroes. Héroes, que según el guión tatuado en el cerebro, van a ser juzgados por los malos de la "peli", es decir los españoles. Viéndolos ajenos a la realidad que les rodea, me vienen a la cabeza imágenes de psicópatas partiéndose de risa mientras el juez les comunica la sentencia de muerte, psicópatas para los que la muerte es una alivio, es el final inevitable de una historia no deseada. Para ellos dejar este mundo que nada les ha dado, a no ser golpes, tiene un sentido. Pero, a estos jóvenes, la vida los ha tratado bien, y no la desprecian, aún no han tenido ni tiempo de saborearla en sus momentos más dulces y más amargos. Estos jóvenes deberían de ser sometidos a un examen psicológico para evaluar si son responsables de sus actos, yo personalmente creo que en su mayoría, no lo son, creo que algunos responsables (que no todos, porque todos somos un poco responsables) no se encontraran lejos de ellos cuando sean juzgados. Los que los vitorean y aplauden, pero eso sí, sin ser ellos los juzgados, el observador del gobierno vasco que no quiere que se le descarríen las "joyas" de su futuro país, esos, y sin olvidar a las mentes perversas que en las ikastolas siembran el germen del odio al prójimo en estas mentes ingenuas, son los responsables. Son unos infames y lo mismo que siento pena por estos jóvenes a los que se les ha impedido crecer felizmente aprovechando el privilegio de haber nacido en el primer Mundo, siento un asco visceral por esos malévolos personajes que ahora mismo están siguiendo los acontecimientos sentados en su despacho en cualquier ikastola. Yo creo que es imprescindible que a estos jóvenes se les haga un examen psicológico para ver su grado de comprensión de la realidad o si simplemente aún no les bajo el pacharán.