Libertad sin ira
¿Quién, con una cierta edad, no se acuerda del grupo Jarcha y de su canción emblemática "libertad sin ira"?. Nació en los albores de la Transición y era un grito de esperanza que, desgraciadamente 30 años después, se hace necesario evocar en Cataluña. Y se hace necesario evocar en Cataluña, sencillamente, porque se extingue la libertad y se agudiza la ira. Se extingue la libertad de uso de la lengua vehicular de todos los españoles en beneficio de la autóctona y se agudiza la ira emanada de las oficinas de "delación lingüística" al mejor estilo Gestapo, con proliferación de denuncias, amparadas en el anonimato y las subsiguientes sanciones. Se extingue la libertad de expresión y se agudiza la ira con los ataques a un determinado medio de comunicación. Se extingue la libertad convivencial y se agudiza la ira con la amenaza de la reaparición del grupo terrorista Terra Lliure. Se extingue la libertad de pensamiento y se agudiza la ira contra todo aquello que represente un atisbo de españolidad. Se extingue la libertad... Para Joan Puig, Joan Tardá y demás representantes de ERC, es muy posible que aquel grito de libertad sin ira que, aún hoy, hace aparecer mas de una lágrima furtiva evocando tiempos e ilusiones pasadas, no represente nada y su grito preferido sea el de "vivan las caenas". Ah, por cierto y sin ningún afán de protagonismo, haberme manifestado en términos parecidos durante la tertulia nocturna de una emisora local, me costó que se me considerara acreedor a un juicio como el de Nuremberg. Libertad, libertad, sin ira libertad, guárdate tu miedo y tu ira...
