Molier, una lección de historia
En cine histórico puede ser una buena escuela de conocimiento para los jóvenes de hoy a los que no les gusta leer. La vida de Jean-Baptiste Poquelin (Molière), del francés Laurent Tirard, ofrece esta oportunidad.
En 1658 regresa a París tras una triunfal gira de 13 años por Francia con su compañía teatral. Desea ardientemente interpretar tragedias; pero los franceses, incluido el rey, le exige hacer sátiras. Entonces rememora unos hechos dramáticos que vivió cuando tenía 22 años. Acosado por las deudas, acepta la oferta de un rico comerciante que le ayudará a cambio de que éste le enseñe los secretos de la interpretación. El burgués quiere enamorar a una bella duquesa a la que todos pretendían. Pero, Molière, disfrazado de clérigo, se enamora perdidamente de la bella señora Jourdain.
Tragicomedia de época divertida e inteligente. Con hondura dramática y moral, ofrece profundas reflexiones sobre la hipocresía, el amor, la pasión, la responsabilidad, el dolor como detonante de la creatividad artística y la risa como terapia frente a ese dolor.
La película no es chabacana y está plagada de chispeantes diálogos y de bellos escenarios naturales y los brillantes decorados.
“Leer un libro es ser sucesivamente los diversos personajes del libro”, afirmó Jorge Luis Borges.
