Montilla, Nocilla y el Cola Cao
Montilla, Nocilla y el Cola Cao, el de los jóvenes deportistas. Propaganda electoral siempre mejor con el estómago lleno, el circo se ofrece, el pan se promete.
Es un hecho que la beneficiosa y tradicional dieta mediterránea está descendiendo en España, apoderándose otras como la comida prefabricada y rápidas. Alguna iniciativa existe en materia publicitaria. No excesivamente afortunado si es utilizado por los políticos con finalidad electoral. Desde luego que no sabemos si Miguel Sebastián le echará el mediterráneo aceite de oliva a la mayonesa con la que se identifica, que cómo ella, dice que se pone más dura cuánto más se bate. Mayonesa dura podrá un nuevo ingrediente de la moderna culinaria política. De grado desconocido tanto con el llamado ‘proceso de paz’, que también además de ser duro también será largo sin saber su directa proporcionalidad con el armamento incautado revolucionariamente. Dura si es la campaña electoral catalana, que también hace uso de la gastronomía ésta vez de la mano de Montilla. Cacao Montilla anuncian, ya sabe, alto valor energético. El chocolate del loro. Montilla, Nocilla y el Cola Cao, el de los jóvenes deportistas. Propaganda electoral siempre mejor con el estómago lleno, el circo se ofrece, el pan se promete. Y a falta de éste buenas son tortas. Alimentarias para unos, de las otras para los no nacionalistas. Pan para el cacao Montilla con atrabiliario circo del y tú más. Desorden alimentario al que a Montilla le falta el espectáculo bailongo del Cacao Maravillao. Eso si que vende, buenas mamachicho, pero que no se salgan de Madre.
