Salvar al enfermo Ryan
El superviviente será el primer niestzcheano eslabón del superhombre. Muchos los llamados, pocos lo elegidos en el reino de la utilización del hombre por el propio hombre.
Estimado Director: La épica cinematográfica diseccionada con el bisturí de los medios utilizados para el fin conseguido, tiene su desazonador modelo en el sacrificio del comando salvador del soldado Ryan. De veinticuatro llamados, tres son los elegidos para ser bebés probeta en el intento de salvar a su hermanito.
Muchos quedarán en el camino por no ser seleccionados, los considerarán embriones soldados que no llegarán al generalato. Habrá uno que será candidato a salvador del enfermo Ryan, al menos lo intentará. Futuro incierto en la curación, futuro de superhéroe salvador para el escogido hermano y su cordón umbilical. Pasó glorioso las peripecias del campo de batalla de sus analistas del ADN. Primer escalón de utilización del hombre justificado desde el sentimentalismo. Todo vale si no se ve.
El enfermo Ryan sanará o no, pero desbrozará el método bioestético carente de ética para la selección de la especie humana. Nada nuevo que el siglo pasado no dejara escrito en el umbral de la Historia, pero con métodos más avanzados. El elegido no tendrá patologías, por qué no podría tener también los ojos azules. El superviviente será el primer niestzcheano eslabón del superhombre. Muchos los llamados, pocos lo elegidos en el reino de la utilización del hombre por el propio hombre.
