Silbidos y abucheos contra Zapatero
El malestar general de los ciudadanos por la política del gobierno socialista se ha vuelto a sentir el día de la Fiesta Nacional. Ya empieza a convertirse en tradición. Como se ha repetido en años anteriores, la llegada de Zapatero al escenario central ha provocado los primeros gritos de "fuera, fuera" y "Zapatero dimisión" por parte de un amplio sector del público, que ha vuelto a protestar en el momento del homenaje a los caídos y al finalizar el desfile, una hora y media después de comenzar.
Estos silbidos y abucheos es la encuesta más significativa de la situación de este gobierno. No es una casualidad, ni es el fruto de un calentón ciudadano. Este ejecutivo está tocado y desfondado.
Dice Zapatero que estos abucheos y silbidos forman parte del rito. A cualquier político (y más a ZP que le obsesiona la opinión pública) le importa y mucho que aquellos a los que gobierna se rebelen contra su gestión, pero especialmente contra su supuesto talante. Zapatero está ahora misma acorralado por una opinión pública que desconfía de sus ideas y de sus formas de hacer. Está perdiendo la confianza de los ciudadanos a pasos agigantados: las últimas encuestan lo ratifican.
Pero la encuesta más real es la calle, aunque unos silbidos se pueden despreciar desde el poder. Son una pesada losa que ha caído sobre Zapatero que está cada vez más lejos de los ciudadanos. Y es que este Gobierno actúa cada vez de una forma más irresponsable. ¿Cuál es la razón de los silbidos?, se pueden preguntar algunos en Moncloa. Muy fácil, un vistazo a la gestión y ahí estará la respuesta. Un auténtico desastre.
