En el alma del PP

En el alma del Partido Popular, al menos en la que inspiró su fundación y le legitima para un grandísimo número de sus votantes, está presente el humanismo cristiano. La tranquilidad de las ideas significa una propuesta cultural y política firme que se refleje en su forma de hacer oposición. En el debate de ideas que dice querer abrir el PP es necesario recordar que la concepción cristiana del hombre tiene consecuencias sociales beneficiosas para el bien común; pensar lo contrario sería ir contra sus propios fundamentos.

Resulta descorazonador oír a destacad os dirigentes de ese partido, alardear de un alma laicista en el PP. Que el PP sea un partido laico, en el mejor sentido de la palabra, no implica que deje de inspirar sus actuaciones en los valores y en las virtudes que han conformado a occidente, cultural, política y jurídicamente. Si no fuera así, el PP se parecería tanto al Partido Socialista que la confusión podría conducir a muchos de sus votantes a la desidia y al abandono. Las últimas elecciones lo han dejado claro, esperemos que ahora con la ley del aborto a plazos (libre prácticamente) el PP sepa estar en el lugar que le corresponde.