El cruzado monocorde
Vaya arranque de curso el de Aznar con su clase “magistral” en una universidad de EEUU. O igual era lo esperable. Usó un inglés vergonzoso, impropio del buen fajo de dólares cobrado. E impropio de un ex-mandatario en un mundo cada vez más interrelacionado. No digamos la perorata que largó sobre los “moros” y cómo “los españoles” (en esa época hasta Castilla estaba en pañales) resistieron heroicamente su avance (que nos dejó la agricultura, la aritmética, las artes, la astronomía, la lengua...). Reivindicar la Reconquista a estas alturas de la historia es triste. Como las Cruzadas, fue una verdadera limpieza étnica.
Otros gobernantes cercanos cojean del mismo pie. Ibarretxe (y otros líderes del PNV) lee un vascuence de risa, con el tiempo que llevan apretando las tuercas a estudiantes y funcionarios. De inglés, peor. Y reivindica ahora que un buen demócrata no se debe oponer a lo que él impone como “solución”.
ZP acaba de aterrizar y habrá que darle cancha. Pero ya parece que de idiomas, flojo anda. Con que no nos salga mandón podemos conformarnos. Al menos, para empezar, su idea de acercar las diferentes civilizaciones y formas de ver el mundo fue celebrada por 120 países en la ONU.
Nos estaría mal que, aunque dispongan de intérpretes, nuestros gobernantes no causaran sonrojo cuando “perpetran” otras lenguas. Un idioma es cultura y un instrumento para mejor comprender otras civilizaciones. ¿Qué pasó con el francés que siempre se usó en las relaciones internacionales?
