La deontología periodística brilla por su ausencia

Vivimos unos días en la opinión pública en la que la ética periodística de varios medios de comunicación esta por los suelos. Ante este fenómeno nadie con autoridad parece decir nada, ahora si, cada uno defiende su parcela y justifica su actuación, sin pararse a pensar mas allá. Pero esto debería cambiar, porque la verdad debe ir por delante pero sin utilizar calificativos que puedan ofender. Se puede ser claro, muy claro, sin faltar al respeto de nadie. Los que atacan con virulencia, sean del pensamiento que sean, ya que los hay de todos colores, deberían darse cuenta que hacen un grave daño a su medio, a su consumidores y a la sociedad en general. La deontología periodística también es para los políticos, ya que son un condicionante severo en el futuro de muchos medios, veteranos y novicios. De ellos dependen el desarrollo legítimo de muchas empresas del sector. Por eso deben estar por encima de una ética partidista y subirse a una Ética que sea justa, con más miras que los intereses ocultos. Quién actue de otra forma, o por lo menos no se arrepientan del mal que hace cuando no se ajusta su actuación a la ley y a la honestidad con los demás, se está destruyendo el estado de derecho en el que vivimos.