Y con esta me despido
El arte de tergiversar las palabras es algo que en ciertos momentos puede dar resultado. Es curioso como por emitir mi opinión en defensa de quien votará sí a la Constitución Europea, mis palabras son utilizadas de manera torcida por parte de un trío de personas que votarán no con el único argumento de que Rodriguez Zapatero quede en ridículo. Hay quien dice que le he llamado asesino por decir que va a votar en contra. Hay quien me recomienda que lea la historia, y hay quien se atreve a decir que se me ven los aires franquistas. Los que pedirán a sus seguidores que voten en contra son los pequeños partidos regionalistas, de izquierda y de derecha, que saben que con la entrada en vigor de la mencionada Constitución sus posibilidades de hacer algo grande en política desaparecerán. Repito que cada uno puede votar lo que le parezca, pero lo que no se puede argumentar es que votarán no y desean que salga el no para destrozar a Rodríguez Zapatero. Yo no deseo que salga el sí para fastidiar a Aznar, ni a Rajoy, deseo que salga el sí para garantizar que los Ibarreche, los Rovira, y los ultras tanto de izquierda como de derecha, dejen de molestar y de poner nuestra continuidad democrática en peligro constante. Lo que yo les garantizo es que con esto me despido y ya dejo de entrar en El Confidencial Digital hasta el día 21 de Febrero próximo. Entraré para felicitarles si el resultado del referéndum es el que ustedes desean, pero si sale lo contrario, también espero que ustedes lo admitan, que admitan que los ciudadanos de este país saben lo que quieren: libertad, seguridad y garantía de que ningún salva patrias les va a llevar por caminos indeseables.
